sábado, junio 25, 2005

El día que la luna fue descubierta.

Había llegado el verano, y como todos estos, los primos se reunían en el campo de la abuelita. Este sitio lleno de árboles, frutos, alegría, vida; era el punto en común donde se reunían todos ellos......Las vacaciones empezaban en otros sitios; lagunas, lagos, norte, sur; pero invariablemente debían terminar en este lugar, dónde la abuelita los esperaba desde mediados de Enero......Este verano era especial, pues la prima regalona de todos, llegaba junto a todos. Este año no tendrían que esperar que su cruenta enfermedad le permitiera salir del frío hospital. A pesar que su estado siempre era delicado, esta vez no había sido necesario una hospitalización antes de viajar. Los primeros en llegar prepararon todo para recibirla. El único lugar donde se sentía libre era aquí, pues no existían los peligros que en la ciudad.........El sol era lo justo, el viento casi no existía, el clima era el más adecuado. Acá podía caminar por donde quisiera, jugar cuanto quisiera, casi hacer todo lo que quisiese..........claro, igual existían límites, pero estos eran mínimos en comparación a su vida citadina. Todas las mañanas el mismo ritual, el mismo vestido, el mismo peinado, el mismo beso, el mismo abrazo...........salía y era rodeada por todos sus primos; se sentía y se sabía amada; esto le daba licencia para hacer y pedir lo que quisiera. Le gustaba comer del fruto del ciruelo que estaba justo fuera de la cocina, pero ella no pedía se los pasasen, nonono....su deseo era que bajaran las ramas del frutal y sacar con sus manitas las ciruelas. Todo esto era una rutina que se cumplía disciplinadamente a diario. Recorría por todos lados, pero su lugar favorito, era "el mirador del abuelo".....sitio denominado así, por razones obvias, pues como su nombre lo indicaba, era el sitio donde su antecesor gustaba mirar y dominar la adquisición familiar.....Sus horas de comidas eran todo un show; no podían faltar, el pancrealipase(indispensable para su vida), la coca-cola, el chubi.....y sus primos, su abuelita, sus hermanitas y....especialmente, su mamá. Con cada cucharada de comida que desaparacía en su boca, nacía una esperanza de que se mantendría estable, así se garantizaba su presencia en el campo y la felicidad de todos. Por las tardes, sálía a pasear con todos detrás de ella. Generalmente esto le agradaba, pero a veces gustaba del paseo a solas.......
Ya era mediados de febrero y según la nueva tradición, parte de la familia se reunía allí. Vendrían de Temuco, Los Angeles, Chillán, Santiago y Valdivia. La casa era grande y podía recibir semejante regimiento, pero había que recurrir a la parentela del pueblo para aumentar la cantidad de camas, para esto había que ir a buscarlas.....cómo?, con el medio de transporte típico y floclórico del sitio.....la carreta....Se preparó todo, se enyugaron los bueyes........todos los primos arriba...ella también. Los adultos con la aprensión que significaba su estado de salud, pero su entusiasmo era tanto que creen nada pasará. Llegan al pueblo, realizan la diligencia correspondiente.....aprovechan además el tiempo, jugar en la plaza, tomar los habituales helados. Llega el tiempo de volver, cuando van en camino descubren que está anocheciendo, todos se asustan ,pues ella no debe enfriarse....cualquier cambio de temperatura puede ser perjudicial. La acomodan en medio, la tapan con lo que pueden, pero la noche no está fría, por tanto quedan tranquilos..........La charla, el canto y las risas van adornando el paisaje...........uno de ellos mira a su primita y se da cuenta que tiene la mirada fija...algo mira......dirige la suya hacia el mismo sitio que ella y se percata de que es.......LA LUNA...........todos se dan cuenta del hallazgo. La observan y se conmocionan.........sus ojitos reflejan la emoción de lo descubierto.......Su enfermedad no le había permitido observar nunca semejante milagro de la naturaleza............Se quedan en silencio y la acompañan en este momento tan especial....El lazo de unión se hizo mayor.
El tiempo corre y lo inevitable siempre llega........ella tenía que irse, ellos sabían esto. Una experiencia dura para unos primos tan unidos, pero tienen la certeza que el paso de este angelito por sus vidas, ha permitido que este lazo que existe entre ellos nunca se haya cortado, y que los mantendrá unidos a pesar del paso de los años........
Siguen reuniéndose año a año en el mismo sitio y siempre hay tiempo para el recuerdo...memorias de un tiempo en que estaban todos, memorias del tiempo en que entregaron todo a un ser que vino a iluminarlos y dejarles tanto amor.... memorias de un tiempo que los unió para siempre....memorias que no se olvidarán....
El tiempo pasa, ellos crecieron, los intereses son distintos, pero siempre habrá tiempo para mirar la luna y recordar......
Dedicado a Cote, Pepo, Gaby, Rena, Chocho, Caro, Cami, Pipe y Nico.